En su momento causaron conmoción. Alegres algunos, dolorosos otros. Pero todos con una carga emotiva que, en su momento, nos sensibilizaron. Este que podés escuchar desde el reproductor ocurrió el 4 de noviembre de 1967 y pasó a la historia como...
EL DÍA QUE RACING LLEGÓ A LA GLORIA
Fue un momento mágico, único y también inolvidable para el deporte de nuestro país. Un país que, ese día, se vistió de celeste y blanco y que aún hoy perdura en el corazón de los hinchas académicos y en el recuerdo de todo el fútbol argentino.
Ya hace 48 años de la fecha en que, el Racing Club de Avellaneda, se convertía en el primer club de nuestro país en obtener la Copa Intercontinental.
Fue luego de vencer al Celtic Glasgow de Escocia. Lo cierto es que, para decidir la suerte de la Intercontinental, los albicelestes y los escoceses protagonizaron tres durísimos enfrentamientos.
El 18 de octubre se disputó el primer partido en Glasgow, y el local se llevó la victoria por 1 a 0 con gol de McNeill. Pero Racing se tomó revancha en Avellaneda y derrotó a los escoceses 2 a 1. Una tarde donde el "Toro" Raffo sacó patente de héroe al convertir los dos goles académicos.
El desempate había que jugarlo en el Centenario de Montevideo. Y aquella final --del 4 de noviembre de 1967-- se asemejó más a un enfrentamiento entre guapos de barrio que a un partido de fútbol. Hubo innumerables incidentes y faltas descalificadoras.
Pero a los 10 minutos del segundo tiempo al “Chango” Cárdenas lo tocó Dios con su varita y con un soberbio e inmortal zapatazo de zurda --y desde afuera del área-- clavó la redonda en un ángulo ante el estéril esfuerzo del arquero Fallon.
1 a 0 fue el resultado final con el que Racing se coronó campeón del mundo cerrando el ciclo más exitoso de su historia. Así relataba aquel inolvidable golazo el maestro Fioravanti…
En aquella memorable jornada de gloria el Racing Club formó con Cejas, Perfumo y Chabay; Martín, Rulli y Basile; Cardoso, Maschio, Cardenas, Rodriguez y Raffo.
Se lo conoció como "el equipo de José", en alusión a su director técnico, Juan José Pizzutti, y los que llevamos la celeste y blanca en el corazón… jamás podremos olvidarlo. Yo, al menos, no dejo de emocionarme cada vez que lo escucho...
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