miércoles, 21 de diciembre de 2016

DIOSAS INOXIDABLES

Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica. 
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...  

JOAN CRAWFORD
Su verdadero nombre era Lucille Fay Le Sueur y había nacido en San Antonio (Texas, EE UU) el 23 de marzo de 1905. Y, con los años, se transformó en un ícono de la cinematografía mundial.


Fue una de las pocas superestrellas del cine mudo, junto a Greta Garbo, en adaptarse al cine sonoro en Hollywood y está considerada como la décima estrella femenina de todos los tiempos por el "American Film Institute"

En 1915 comenzó a ganarse la vida trabajando como camarera en un hotel de Kansas City. 
Allí la detectó un productor cinematográfico que la contrató --en 1926-- para ser parte de la película "Noches en París" junto a Ray Charles.
Por entonces era considerada una "flapper", es decir una chica de conducta poco convencional, de usar atuendos raros y demasiado osada en sus relaciones amorosas. 
Al contrario de otras divas de esa época --como Mary Pickford-- pudo adaptarse al naciente cine sonoro. 

Y obviamente, su matrimonio con Douglas Fairbanks Jr. (el 3 de junio de 1929), terminó por impulsar su carrera artística.
Su participación en la película "Alma en suplicio", de 1945, le valió el Óscar a la mejor actriz. 
Joan, en total, protagonizó 72 películas. Crónicas de la época señalan que, su fuerte temperamento, le valió no pocos roces con sus colegas actrices. 
A partir de la década de los '50 espació sus apariciones y se dedicó a los negocios.
Para destacar su ajetreada vida amorosa. 
Es que, tras su matrimonio con Douglas Fairbanks Jr., se casó otras tres veces más: con Franchot Tone, con Philip Terry y con Alfred Nu Steele.

 Este último era presidente de Pepsi-Cola y, al morir, dejó a Joan como miembro del directorio de esa multinacional.
No tuvo hijos pero adoptó a cuatro niños.
Su última aparición pública fue el 23 de septiembre de 1974, en una fiesta en honor a su vieja amiga Rosalind Russell (que estaba enferma de cáncer de mama).
Joan falleció el 10 de mayo de 1977, en Nueva York, a causa de un infarto de miocardio. 
Llamativamente, en su herencia, no dejó nada a sus dos hijos mayores. Según dejó escrito, "por motivos que ellos conocen de sobra".

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