miércoles, 1 de marzo de 2017

LOS SONIDOS DE LA HISTORIA

En su momento causaron conmoción. Alegres algunos. Patéticos otros. Pero todos con una carga emotiva que nos sensibilizaron. Este que podés escuchar desde el reproductor sucedió el 28 de febrero de 1963 y pasó a la historia como... 

EL DÍA QUE MAGICLICK NOS CAMBIÓ LA VIDA

En 1963 el diseñador industrial, Hugo Kogan, inventó un producto que --por su funcionalidad práctica-- se instaló en todos los hogares del país y en buena parte del mundo. 
Es que “Sin pila, sin piedra y sin cable”, como indicaba su pegadiza publicidad, el aparatito se convirtió en un ícono de la creatividad argentina.
A la par de la birome, el colectivo, el dulce de leche y sin olvidarnos de la identificación de las personas que se logra a través de sus huellas dactilares.
Kogan era director del departamento de diseño de la empresa Aurora cuando se le ocurrió la idea. Lo desarrolló de manera artesanal y se los propuso a los dueños de la empresa.

Hugo Kogan
No le tuvieron mucha fe al punto que, el departamento comercial de Aurora supuso que sólo se podrían comercializar unas 5.000 unidades. 
Pero le dieron vía libre y, el resto de la historia, es más conocido: se desarrollaron las matrices, se lo comenzó a comercializar y el éxito fue tal que, solamente en el primer mes, se vendieron más de 80.000 Magiclick.
Cuando en la empresa investigaron este fenómeno inédito de comercialización llegaron a la conclusión que el invento argentino había conquistado el mercado porque resultaba un artículo ideal como regalo. 
De ahí que, a partir de la siguiente campaña publicitaria, se lo vendió en una caja con moño de regalo. En el reproductor tenés esa legendaria publicidad...


Sin embargo hoy, y pese a que su invento se encuentra en millones de hogares de todo el mundo, Kogan con su pinta de "Profesor Neurus" reniega de su invención y comenta que, en su casa, usa fósforos.
Este desapego a una invención magistral tal vez haya que rastrearla en una historia conocida por pocos: cuando Kogan inventó el Magiclick era muy joven, no lo registró, y nunca cobró regalías pese a los millones de unidades vendidas.

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