miércoles, 13 de junio de 2018

DIOSAS INOXIDABLES

Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica. 
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...  

ISABEL PERÓN
Su verdadero nombre es María Estela Martínez y nació en la provincia de La Rioja (Argentina) el 4 de febrero de 1931. Popularmente se la conoce como Isabelita.
Fue bailarina y ejerció la presidencia del país entre 1974 y 1976. Y, así, se convirtió en la primera mujer en sentarse en el sillón de Rivadavia y una de las primeras del mundo en ejercer esas funciones.


Al general Juan Domingo Perón lo conoció, en 1955, cuando éste se encontraba exiliado en Panamá. Cuentan los biógrafos que fue una noche en la que el presidente depuesto había concurrido a un club nocturno donde ella bailaba.

Comenzó siendo su secretaria y no dudó en acompañarlo a España donde se radicaron en la lujosa mansión de Puerta de Hierro. 
Se casaron en 1961 y se convirtió así en la tercera esposa del general.
Cuando ambos regresaron al país (que generó la masacre de Ezeiza) se transformó en su compañera de fórmula para las elecciones presidenciales del mes de septiembre de 1973. Se transformó, así, en la primera vicepresidenta que tuvo el país. Isabelita tenía 42 años.

A la muerte de Perón, en 1974, asumió la presidencia el 1 de julio de ese año. 
Y no le fue sencillo afrontar el complejo escenario de conflictividad política, las luchas intestinas, y el esmerilamiento político.
Fue derrocada el 24 de marzo de 1976 por los militares que iniciaron el denominado Proceso de Reorganización Nacional. A Isabelita, los militares, la tuvieron detenida varios años.
Liberada, en 1981, se radicó en España donde aún permanece. A comienzos de 2007, cuando avanzaron causas judiciales por asesinatos políticos durante su gobierno, se solicitó su extradición a nuestro país. 

Isabelita es la hija menor de Carmelo Martínez (1893-1938) y de María Josefa Cartas (1897-1966). 
A su padre, empleado bancario porteño, lo habían destinado a la ciudad de La Rioja.  Retornados a la Capital Federal "Chabela" (como también le decían) estudió danzas. 
Quedó huérfana de padre, en 1938, y se distanció de su familia adoptando el nombre artístico de Isabel.
A fines de 1955, se desempeñaba como bailarina en el cabaret "Pasapoga", en la avenida Urdaneta de la ciudad de Caracas (Venezuela). 
En gira por Panamá conoció al general. 
Desde entonces, y antes de radicarse en España, vivieron en Panamá, Venezuela y la República Dominicana.
En 1965 Isabel viajó a nuestro país como delegada personal de Perón. La acompañaba José López Rega. Su misión era apartar al líder metalúrgico Augusto Vandor, apodado "El Lobo", que apostaba a un "peronismo sin Perón".
En diciembre de 1971 llegó nuevamente al país, apoyando a Héctor Cámpora, que se transformaría en presidente de la Nación por la coalición Frente Justicialista de Liberación (FREJULI).

Por aquellos tiempos se hizo popular una frase: "Cámpora al gobierno, Perón al poder"
Lo cierto es que, el 25 de mayo de 1973, Cámpora asumió la presidencia y nombró a José López Rega como su ministro de Bienestar Social. 
Un mes más tarde, el 20 de junio, Perón regresó definitivamente al país. Fue el día fatídico de la masacre de Ezeiza.
Y lo que todos suponían... sucedió. Cámpora renunció y se convocó a nuevas elecciones. Perón encabezó la fórmula e Isabel fue su compañera.
El 23 de septiembre de 1973 el binomio Perón-Perón obtuvo el 62% de los votos. Claro que el general estaba enfermo y falleció el 1 de julio de 1974. Isabel asumió ese mismo día la presidencia.
Curiosamente el gobierno de Isabelita hizo un giro político hacia posiciones de derecha lo que generó reacciones dentro del mismo PJ.
A principios de 1975 la presidenta intentó generar un nuevo clima pero la economía y los sectores concentrados no ayudaron.

La crisis política y económica se agravó y, en septiembre de 1975, Isabelita pidió licencia por razones de salud. Asumió entonces el presidente provisional del Senado, Ítalo Argentino Lúder.
El clima político no mejoró con la ida de López Rega del gobierno ni con la promesa de anticipar las elecciones para el 17 de octubre de 1976.
En ese panorama de descontrol político, el 24 de marzo de 1976, se dio el golpe de estado que encabezó el general Jorge Rafael Videla.
Isabelita fue enjuiciada por malversación de fondos públicos y, los militares, la tuvieron detenida por más de 5 años. 
Primero en la residencia El Messidor (Neuquén) y, luego, en una quinta en la localidad bonaerense de San Vicente.
Liberada, en el mes de julio de 1981, se radicó en Madrid abandonando toda actividad política. Actualmente reside en una mansión que se encuentra en Villanueva de la Cañada, en las cercanías de Madrid.

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