Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica.
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...
COCO CHANEL
Su verdadero nombre de pila era Gabrielle y había nacido en la localidad de Saumur (sur de Francia) el 19 de agosto de 1883.
Y fue, sin duda, una leyenda de la alta costura y fundadora de la afamada marca "Chanel".
Al punto de ser la única diseñadora de moda que figura en la lista de las 100 personas más influyentes del siglo XX para la revista "Time".
Sus diseños produjeron una ruptura con la poco práctica elegancia de la denominada "belle epoque" creando una línea de ropa informal, sencilla y cómoda.
Se consolidó, también, como diseñadora de bolsos, perfumes, sombreros y joyas.
Su famoso traje sastre femenino de tweed, ribeteado, se convirtió en un icono de la elegancia femenina y ni hablar de su perfume "Chanel Nº 5" que alcanzó fama mundial.
Criada en un orfanato de monjas alcanzó un tremendo éxito como empresaria en la primera década del siglo XX.
Competitiva como pocas mujeres de la época, su personalidad la llevó a ser muy criticada durante la ocupación alemana en Francia en la Segunda Guerra Mundial.
Decir que, para 1906 y viviendo en la localidad francesa de Vichy, el encanto de Coco cautivaba a quienes visitaban esa ciudad turística.
Lo cierto es que, obligada a encontrar trabajo, decidió ingresar en el bar "Grande Grille" repartiendo vasos de agua mineral, supuestamente curativa. Es que el “Agua de Vichy” era principal empresa de la localidad.
Poco después se radicó en la localidad de Moulins donde conoció al oficial de caballería (y rico heredero textil francés) Étienne Balsan. Y, con 23 años, se convirtió en su amante.
Con él, y durante 3 años, vivió en el castillo Royallieu (cerca de Compiègne) una zona destacada por su bosque de senderos ecuestres y la vida de caza y polo.
Esto le permitió llevar una vida de riqueza y ocio y ser reconocida socialmente en fiestas de la más rancia burguesía.
En 1913 abrió una boutique donde vendía sombreros, chaquetas y suéteres. En febrero de 1916, en ocasión de la presentación de su primera colección de otoño, sus prendas aparecieron por primera vez en la afamada revista "Vogue".
Esto le abrió las puertas para exportar sus diseños a los Estados Unidos y así, Coco, se hizo conocida mundialmente. .
A comienzos de 1971 se encontraba afectada de artrosis y de su adicción a la morfina.
Lo cierto es que, en la tarde del sábado 9 de enero de ese año, y tras dar un paseo, regresó a su hogar sintiéndose mal. Se acostó y nunca más pudo levantarse. Falleció al día siguiente. Tenía 87 años y, sus últimas palabras, fueron "Bueno... así es como uno se muere".
Encontró una muerte solitaria y alejada del mundillo de la alta sociedad que frecuentó durante más de medio siglo y que la recibía como se hace sólo con las grandes luminarias.
Su funeral se realizó en la Iglesia de la Madeleine (París) y sus modelos ocuparon la primera fila en la ceremonia.
El ataúd fue cubierto con flores blancas (camelias, gardenias, orquídeas, azaleas) y algunas rosas rojas. Sus restos fueron inhumados en el Bois-de-Vaux Cementery, en Lausana, Suiza.
Decir que, Cocó, fue inimitable y que dejó un vacío imposible de llenar.
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