miércoles, 25 de diciembre de 2019

DIOSAS INOXIDABLES

Trascendieron su tiempo. Amaron y fueron amadas. También deseadas y admiradas. Tuvieron vidas alucinantes, sus romances dieron que hablar y, algunas de ellas, murieron de manera trágica. 
Perduran, aún hoy en la memoria colectiva y esta sección es, si se quiere, una manera de recordarlas y homenajearlas. En la actualización de esta semana levantamos al telón para presentar a...  

JOSEPHINE BAKER
Nació el 3 de junio de 1906 y fue una legendaria bailarina, cantante y actriz de los Estados Unidos que, luego, obtuvo, la nacionalidad francesa. Con los años se convirtió en un icono musical y político con trascendencia internacional. Se la apodó como la "Venus de bronce" y la "Perla negra".


Baker fue la primera mujer afro americana en protagonizar una importante película. Se denominó "Zouzou", en 1934.

También es reconocida por sus contribuciones al movimiento por los derechos civiles en el país del norte, por ayudar a la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, y por recibir la "Croix de guerre", máximo galardón que otorga el gobierno francés. 
Se casó cuando tenía 13 años y, en 1920, ya se había divorciado. 
No demoró demasiado en volver a contraer matrimonio con Willie Baker, un guitarrista de blues de quien tomaría su apellido artístico.
El 25 de septiembre de 1925, y a bordo del barco "Berengaria", Josephine decidió viajar a Francia desembarcando en el puerto de Cherburgo. 
En París debutó el 2 de octubre de 1925 como estrella del espectáculo denominado "Revue Nègre".
Su exótica forma de bailar, su sensualidad desinhibida y su vestimenta mínima --tan solo una faldita hecha con plátanos de tela-- resultaron más atractivas para los europeos que para los norteamericanos.

Bailó al ritmo del charlestón, música por entonces desconocida en Europa.
Después de una gira por el continente, Josephine llegó como vedette al "Folies Bergère".
A comienzos de los años '30 grabó sus primeros discos, y al año siguiente, consiguió un gran éxito con la canción "J'ai deux amours"
Viviendo en Francia se casó con el magnate del azúcar, Jean Lión.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Josephine se unió a la resistencia francesa levantando la moral de las tropas aliadas actuando para ellos.
Cuando falleció, en 1975, era una persona muy querida y respetada Y fue la primera mujer de origen estadounidense en recibir honores militares en sus funerales, celebrados en Francia, aunque su tumba se encuentra en el cementerio de Mónaco.
La mayor desgracia en la vida de Josephine, fue no poder tener hijos. Aunque tuvo un embarazo y dio a luz a un niño muerto.

Se casó, finalmente, con el magnate, Joe Bouillon, en 1947. Y él fue quien compró la finca “Milandes” en Dordoña (Francia) para que Josephine le diera la bienvenida a los 12 niños que había adoptado y a quienes denominaba “La tribu del arco iris”.
Problemas económicos casi la llevan a perder esa mansión. 
Pero, la legendaria actriz Brigitte Bardot, se involucró en su ayuda enviándole el dinero que le permitió zafar de la situación.
El 10 de abril de 1975 Josephine Baker sufrió un derrame cerebral siendo internada en el hospital “Pitié-Salpêtrière”. Llegó en coma profundo y falleció dos días después a la edad de 69 años.
Su muerte contó con todos los honores militares y fue enterrada en el cementerio del principado de Mónaco. 
Sin duda, Josephine, fue una leyenda difícil de olvidar aún en estos tiempos.

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